El hombre preso de sus sombras por las atrocidades que habÃa cometido buscó en las profundidades y realizó el pacto que acabó por condenarlo hasta la extinción de su alma. El pacto con el miedo.
Éste le prometió seguridad y estabilidad.
El hombre corrió como una luz a estampar su firma, olvidando sus sombras junto a la letra pequeña.
El miedo sabÃa que una golosina asà neutralizarÃa el poder de su corazón, y asà el desdichado garabateó su firma en nombre de la humanidad.
Y fue justo ese dÃa donde la humanidad se quebró.
El homo criticus se irguió y en nombre de la seguridad cometió la mayor atrocidad jamás conocida, apartar su sentir.
Todo tenÃa que seguir unas normas preestablecidas, un camino ya marcado, la valentÃa estaba penada con el exilio eterno.
Y generaciones después aún arrastramos esos genes en sangre.
En las familias se repite la misma historia una y otra vez sin salirse del código familiar.
En el trabajo todos siguen aburridos protocolos que acaban por apagar nuestros sueños.
En las escuelas todos repiten al unÃsono la respuesta ya escrita, matando la creatividad.
Y asà vagamos queriendo tapar con respuestas lógicas todos los vacÃos que dejaron en nuestro interior el famoso pacto.
Pero un dÃa, un ser humano cambió el rumbo.
No se sabe cómo, cuándo ni por qué, pero decidió bajar a sus profundidades una última vez y visitar todos los rincones ocultos, entendiendo que aquello que tenÃa prohibido encontrar era lo que necesitaba ver. Y vio la luz en sus sombras.
Encontró casi destruido su valentÃa. Entrenó, luchó y mil veces perdió. Y cuando todo parecÃa perdido dejó de luchar, cerró los ojos y dio un salto de fe hacia su abismo interior donde el miedo esperaba y asÃ, sin más, se sintió libre y en paz.
Abrió los ojos y ya no era el mismo. Ahora miraba a los demás y sentÃa amor, compasión. La ira se habÃa ido, ya no necesitaba saber las respuestas, simplemente avanzar con la fuerza que ahora emanaba de su interior.
Y lo que para muchos fue la mayor aberración condenada al ninguneo, para unos pocos sirvió y sirve de inspiración para cambiar el mundo empezando por uno mismo.