La experiencia no solo viene del hacer, también del ser.
Cuando el hacer no viene acompañado del ser se produce un desajuste en tus células.
No importa lo eficiente y comprometido que seas, siempre sentirás que te falta algo, con el riesgo de confundir el hacer como la única manera de llegar.
Y llegarás, a algún lugar a medias,
pendiente de tomar esa decisión
que haga cruzar tu cuerpo con tu alma.
Muchos se vanaglorian de sus "X" años de experiencia sin saber que la X de eXperiencia no es un tiempo sino un lugar.
La X marca el lugar donde cabeza y corazón se unen. Para que el hacer se una con tu ser, el dar se equilibre con el recibir y empieces realmente a HaSer aquello para lo que has sido llamado.
La X de eXperiencia no es un tiempo sino un lugar
Tenemos un mundo de mucha gente haciendo cosas grises, sin color, sin alma. Es responsabilidad de cada uno encontrar su X. Aportar su granito de color y transformar a la gente, seres deambulantes sin sentido, en personas, seres con alma.
Puede que lleves toda una vida haciendo desgastado o cabreado por no haber podido dar o triste por creer que ya has perdido tu tren, pero ten presente que uno no deja escapar trenes sino que se prepara para arrancar el suyo propio.
Así que no dudes en pensar que cada día es un nuevo comienzo y cada cosa que hagas o no hagas te está acercando a aquello que llevas dentro y que de alguna manera acabará saliendo.
Confía, siente, no juzgues, no tengas prisa. El alma no entiende de presión sino de libertad.