El paso de niño a adulto es algo difÃcil de ver en estos tiempos. Las historias que heredamos se han ido convirtiendo en mitos difÃciles de derribar. Mitos que han ido alejándonos de nuestra intuición y acercándonos a la culpabilidad. Esa sensación confusa que oscurece cualquier atisbo de vida.
Y sabes que tu vida se está oscureciendo cuando sigues aferrado a relaciones, posesiones, creencias y emociones. Básicamente cuando te comportas como todos los demás esperan de ti. Empieza a buscar otros ejemplos de vida, pon el foco en aquellos que hemos condenado al ostracismo, a los que criticamos a destajo. Seguramente empezando por ahà te darás cuenta lo difÃcil que es olvidar la idea que hemos creado de los demás, imagÃnate lo que hacemos con nosotros. Darse cuenta es duro pero hay que recordar ser amable.
Porque si hemos elegido nacer, en este lugar y en esta época es porque tenemos una misión especÃfica que viene en nuestros genes. Hemos venido para cambiar la historia no para repetirla.
Y para ello necesitamos recordar lo que fuimos y olvidar lo que quieren que seamos. Nadie puede elegir nuestro futuro salvo nosotros. Nos han contado tantas historias de buenos y malos que parece que solo tengamos dos opciones: ser dÃa o ser noche. Y la verdad es que todos somos estrellas permanente en el cielo.
La vida no se estudia para recitar de memoria. La vida se experimenta para contar tu historia.
Asà que vive tus propias experiencias, no recites recetas que encuentres en libros o bocas ajenas, reinventa los significados de palabras como éxito o fracaso. viaja a los abismos de tus sombras y trae muchos souvenirs. interésate por escuchar la historia que hay más allá del personaje que todos interpretamos.
Porque en cada palabra honesta encontrarás una pista para seguir teniendo esperanza de que todos somos parte un cambio hacia un lugar más amable.